Eutifrón o de la Santidad. SÍNTESIS.
“Temo no creen que el amor que tengo por todos los hombres me arrastra a enseñarles todo lo que sé.” Sócrates. (Platón, Diálogos).
Sócrates se encuentra con Eutifrón a la entrada de los juzgados, Eutifrón con la intención de poner una demanda y Sócrates como demandado.
Eutifrón es un adivino, profesión que le acredita a conocer a los dioses e interpretar sus oráculos, por lo tanto, está convencido de cumplir con la voluntad de los dioses, al acusar a su propio padre por asesinato.
Sócrates, a quien uno de los delitos que se le imputan es la impiedad, celebra el encuentro con Eutifrón, y aprovecha para solicitarle, que le aclare el correcto significado de la piedad, y de esta forma contar con elementos suficientes para defenderse contra Melito, su acusador.
A lo largo del diálogo, Eutifrón propone a Sócrates tres definiciones.
En primer lugar, Eutifrón define la santidad como “perseguir en justicia a todo hombre que comete muertes, sacrilegios y otras injusticias semejantes, ya sea padre, madre, hermano o cualquiera otro.”
Sócrates no acepta esta actitud como definición, sino más bien, como efecto de la santidad, y suplica a Eutifrón le aclare el concepto.
Entonces éste propone otra definición, “lo santo es lo que es agradable a los dioses e impío lo que les es desagradable.”
Ante esta proposición, Sócrates le solicita que explique, por qué algo o cómo tiene que ser algo para agradar a los dioses, o es que ¿es santo porque es agradable o es agradable porque es santo?
Frente a estos argumentos, Eutifrón concluye con la tercera definición, “la piedad y la santidad son esta parte de lo justo que corresponde al culto de los dioses y todo lo demás consiste en los cuidados y atenciones que los hombres se deben entre sí.”
También a esta definición Sócrates le demuestra su falta de fundamento, puesto que reduce el culto a los dioses a un simple comercio.
La santidad para Eutifrón no acepta ninguna clase de razonamientos e, imposibilitado a sostener sus definiciones frente a Sócrates, se despide de él, con el pretexto de tener prisa.
Eutifrón. COMENTARIO.
Este diálogo es sumamente irónico, tal vez por el hecho de que, la ignorancia suscita las acciones más abyectas en nombre de la piedad.
Sócrates enfrenta las convicciones sobre piedad y justicia de un hombre que, por su profesión, estaría obligado a ser capaz de fundamentarlas.
Sin embargo, Eutifrón se sostiene en manifestaciones de piedad sin conocer la piedad misma y, sobre todo, a subordinar la justicia cuando pretende sin fundamento razonable, estar cumpliendo la voluntad de los dioses contra su padre.
Francisco Larroyo, en su Estudio preliminar a “Los Diálogos de Platón” (2012), sugiere que el personaje de Eutifrón representa al pueblo de Atenas, inocente y piadoso, que en su ignorancia desconoce a la justicia y, dejándose llevar por la acusación de impiedad contra Sócrates, asiente a la decisión de su condena a muerte.
María Ethel Flores Morelos
Estudiante de Filosofía
IEST Anáhuac
Bibliografía.
Platón. Diálogos. Eutifrón o De la Santidad. México. Editorial Porrúa. 2012.